La Catedral de Oviedo combina elementos del estilo gótico, barroco y del renacimiento. Sus chapiteles del siglo XV se asoman sobre una basílica medieval construida por el primer Príncipe de Asturias - Fruela I. La catedral fue finalizada en el siglo XVI, después de más de 250 años de trabajo. El altar mayor representa la vida de Cristo, y es de estilo gótico-flamenco. Mientras que el claustro alberga el Museo Diocesano, con una importante cantidad de reliquias arqueológicas.

Ir a un mercado local de alimentos en un país donde no hablas el idioma, no conoces los precios y no conoces la etiqueta del regateo — puede ser bastante estresante. Obtén un poco de ayuda de un amable local y visite un mercado vibrante, seguido de una experiencia gastronómica privada inmersiva más tarde en el día. No hay nada como explorar el patrimonio culinario de Italia a través de una comida de 4 platos cocinada y servida por un lugareño en su propia casa. Supera a cualquier restaurante. Además, apoyas a las pequeñas empresas y te conectas con los lugareños.

Es necesario ir a la zona de Brera al visitar Milán. Los empresarios y los estudiantes se reúnen en este barrio bohemio con pequeños boutiques y restaurantes. Es el lugar perfecto para comer un almuerzo inolvidable o para probar un apertivo en la noche.

San Sebaldo, la iglesia más antigua de Núremberg, data aproximadamente del año 1215. Esta iglesia está situada bajo el castillo imperial y alberga importantes obras de arte, como la imponente tumba de 4,17 metros construida por el artista Peter Vischer, donde se suponen que descansan los restos de San Sebaldo, patrón de Núremberg. Durero, el famoso pintor de Núremberg, recibió aquí los sacramentos del bautismo y el matrimonio. Destruida durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruida en 1957.