En el año 64, el emperador Nerón construyó un palacio de casi una milla de largo, desde la colina del Palatino hasta el final a la colina Oppio. Algunas partes estaban cubiertas de oro, piedras preciosas y espléndidas decoraciones. Después de la muerte de Nerón, se llenó de tierra con el fin de borrar la memoria del tirano. Fue descubierta de forma accidental en el siglo 15, y hoy en día se pueden explorar 30 de las 150 salas subterráneas de Nerón.

Descubra el Puerto de Hamburgo y Speicherstadt en el transporte típico de Hamburgo: el barco. Barcazas pequeñas, barcos de vapor históricos y barcos modernos para pasajeros le llevan a los lugares más interesantes del área del puerto en una o dos horas. También puede tomar usar línea circular marítima, un trayecto en el que se puede subir y bajar cuando quiera que conecta las atracciones culturales marítimas de Hamburgo.

Descubra Hamburgo con una visita guiada en bicicleta. Es una forma divertida y sana de conocer los distintos distritos de la ciudad. Elija bicicletas urbanas, de paseo, patinetes o bicicletas de montaña y vaya solo o en grupo, todos los días del año. Los guías le llevarán a sus puntos favoritos, o también puede elegir uno de los senderos de bicicletas autorizados.

Sede de la Iglesia Católica Romana, la Ciudad del Vaticano es un estado eclesiástico y el estado más pequeño del mundo, tanto en tamaño como en población. Esta es la casa del Papa, y también de casi un millar de otros residentes. La vida diaria corre con su propio sistema de correos, tiendas y prensa. Aunque diminuto, el estado tiene 11 museos notables, incluida la Capilla Sixtina decorada por Miguel Ángel (quizás la joya más grande), la Basílica de San Pedro y la Plaza de San Pedro. Evite hacer fila en colas notoriamente lentas al reservar con anticipación su recorrido para tener la oportunidad de maravillarse con los preciosos tesoros del Vaticano.