En Agde, una historia fundada en el año 580 a.C. por los griegos ha anclado a la ciudad entre el comercio marítimo y la pesca. Agde ha ido desarrollándose a lo largo de los siglos, dejando como legado fuertes tradiciones en la vida cotidiana de sus habitantes, consistentes en momentos festivos y de convivencia, que te encantará compartir con ellos y que te dejarán esos preciosos recuerdos que has venido a buscar.
A mitad de camino entre un deporte y un juego, los torneos de Justas Náuticas son momentos alegres, consistentes en un torneo en el río entre los equipos de 2 barcas y sus "jouteurs" o contendientes, vestidos de blanco, y al sonido de las bandas de música. Solo te los perderás en temporada baja, ya que las Justas se celebran durante todo el verano a los pies de la catedral.
Otro evento anclado entre el fervor religioso y la diversión festiva es la Fiesta de los Pescadores, que celebran en julio los pescadores, marineros y habitantes de Agde y durante la cual desfilan las Belles Agathoises, vestidas con los trajes tradicionales. Para comprender mejor estas raíces marítimas, visita el Belvédère de la Criée aux Poissons, pues así se llama la lonja de pescado.
En Pézenas, tan cerca y tan única, es ahora la UNESCO la que protege el "patrimonio cultural inmaterial", tan íntimamente vivido y generosamente compartido por sus habitantes y que constituye su ADN o, dicho de otro modo, el espíritu del lugar. Tampoco te olvides durante tu estancia de participar en los eventos de estas fiestas de temporada o "temporadas", que acompañan al calendario solar: Nadal o la renovación de la luz justo antes de Navidad, en el solsticio de invierno, el Carnaval o el final del invierno, que acompaña al aliento impertinente de la primavera y al aumento de la savia, Sant Joan (San Juan), en el triunfo del solsticio de verano, y Martror, la fiesta de los difuntos y del invierno de la vida, que va acompañada de danzas macabras.
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