Las Muurhuizen de Amersfoort se construyeron sobre los cimientos de la primera muralla de la ciudad. El auge económico de la ciudad en 1380 hizo que la ciudad se ampliara y obligó a la construcción de una nueva muralla. La casas fueron construidas sobre la base de la pared con las piedras del primer muro. Cada una de las casas fue construida en un período diferente, por lo que un paseo por la Muurhuizen es una experiencia única.

DierenPark Amersfoort, o zoológico de Amersfoort, se encuentra a 10 minutos en coche desde el centro de la ciudad. Es el parque mejor adecuado a las necesidades de los niños de los Países Bajos y el que tiene el mayor aviario. El zoológico también cuenta con un Dinobos (parque con dinosaurios artificiales). Se puede llegar fácilmente al zoológico en transporte público o en coche.

Vesterbro fue una vez sobre todo conocido por su famoso barrio rojo. Hoy en día es uno de los lugares más de moda de Copenhague. El distrito está situado a poca distancia del centro de la ciudad, justo detrás de la estación central. Es uno de los lugares más de moda en la ciudad, no sólo para vivir, sino para ir de compras, comer, beber y pasar una gran noche.

Decir Piazza Vecchia es igual que decir Città Alta: durante siglos representó el corazón de la política local y sigue siendo uno de los lugares preferidos por los bergamascos para pasar el tiempo en compañía. Si te sientas en uno de los restaurantes y cafés de la plaza para un desayuno, un aperitivo o bien una cena romántica, estarás rodeado por la belleza. Puedes observar el Palazzo della Ragione, la más antigua de las sedes comunales de Lombardia existentes, y la Torre Cívica, llamada “Campanone”. En el centro de la plaza puede admirarse la fuente Contarini, regalada a la ciudad por el Podestá Alvise Contarini en 1780, mientras que al lado opuesto se halla el Palazzo Nuovo, el cual fue sede del Ayuntamiento hasta 1873 y ahora acoge la Biblioteca Angelo Mai. En su rico patrimonio de libros puedes encontrar volúmenes antiquísimos y preciosos: incunables, ediciones del Siglo XVI, grabados, manuscritos y otros restos inestimables, que la hacen una de las bibliotecas más destacadas de Italia. La disposición geométrica de los edificios en la plaza es tan armoniosa que el arquitecto Le Corbusier, visitando la ciudad, dijo que “no se puede mover ni una piedra, sería un delito”.