Si te gusta el cine y la cinematografía no dejes de visitar el EYE Film Institute Países Bajos. EYE, ubicado en un nuevo edificio ultramoderno a lo largo del canal Ij, es el hogar de una renombrada colección internacional de películas que abarcan toda la historia del cine. El amplio programa del museo incluye exposiciones y eventos que examinan la historia del cine y de la evolución cinematográfica contemporánea, y además muestra películas clásicas diariamente.

El tanque de 10 millones de litros del Acuario de Dubái es uno de los más grandes del mundo, contiene más de 33.000 animales acuáticos y la mayor colección de tiburones tigre de arena del mundo. Subiendo al tercer piso de The Dubai Mall, el acuario alberga 140 especies de vida marina y tiene varias formas de experimentar la vida submarina, comenzando con un paseo a través de un túnel de 48 m. Es una vista completa de ojo de pez, con tiburones tigre de arena y rayas nadando por encima. También puedes hacer un recorrido en barco con fondo de cristal, mojarte en una jaula de esnórquel e incluso ir a nadar con los tiburones.

Agde y Pézenas albergan el saber hacer adquirido por los artesanos, que las han elegido para vivir y trabajar en ellas. Reunidos en torno a la Maison des Métiers d'Art (Casa de Artes y Oficios) y de la Galerie de la Perle Noire (Galería de la Perla Negra), estos "Polos de Artes y Oficios de Agde y de Pézenas" constituyen un escaparate de los oficios de la moda, de la restauración del patrimonio y del teatro.

El Cordero Místico, de título completo “La Adoración del Cordero Místico”, de los hermanos Van Eyck fue presentado en 1432 y está reconocido mundialmente como cumbre artística y como una de las pinturas más influyentes jamás realizadas. Visitarlo es algo que no puede faltar en ninguna estancia en Gante. Sus 18 paneles en total presentan una mágica evocación bíblica que contiene, entre otras cosas, un retrato del donante y administrador eclesiástico Joos Vijd y de su esposa Elisabeth Borluut. El monumental Cordero Místico fue pintado sobre paneles de roble cubiertos de finas capas de una mezcla de tiza y cola de origen animal. Las figuras se aplicaron mediante numerosas capas de óleo. La combinación de trabajo de miniatura y pintura traslúcida aporta una dimensión adicional, como podrá comprobar de primera mano cuando esté ante esta obra maestra. Parece que la pintura emite un resplandor interno, un fulgor divino. Hubert Van Eyck pintó una parte del políptico del Cordero Místico, pero no pudo terminarlo. Se piensa que su hermano menor Jan, un maestro absoluto de la pintura, habría completado esta obra magistral unos años tras la muerte de Hubert.