Según muchos, esta no es sólo la plaza más hermosa de Roma, sino del mundo, y no sólo por sus estatuas y fuentes (como la Fontana dei Quattro Fiumi de Lorenzo Bernini) sino también debido a sus dimensiones. Es una de las plazas más animadas de Roma, con muchos cafés y restaurantes al aire libre, sin embargo siempre logra mantener un ambiente íntimo.

La ciudad romana de Emona (siglos I al V) ocupaba una parte importante del centro actual de Liubliana. Actualmente, los amantes de la historia pueden visitar la sección bien conservada del muro meridional de la ciudad y dos parques arqueológicos. También se exponen objetos de la época romana en el Museo de la Ciudad de Liubliana y en el Museo Nacional de Eslovenia.

Un asombroso templo de 2.000 años de antigüedad, ahora una iglesia, el Panteón es un edificio notable para ver en Roma. No parece gran cosa desde el exterior, pero una vez dentro te sorprende. Construido como templo de todos los dioses, El Panteón es la maravilla mejor conservada de la Antigua Roma. Su característica principal y más fascinante es el diseño de la cúpula y el óculo abierto, la única fuente de luz natural. Turistas de todo el mundo acuden en masa al Panteón para ver lo que Miguel Ángel definió como un “diseño angelical y no humano”. El Panteón también alberga la tumba del gran pintor Rafael. La plaza frente al Panteón se llama Piazza della Rotonda. Se encuentra cerca de Piazza Navona y Campo de Fiori, así que toma la oportunidad de pasear por la zona, ya que hay mucho que ver.

A menudo, la plaza de las Flores está un poco abarrotada, con lo que la plaza Julián Romea es una alternativa excelente. Aquí hay muchos restaurantes buenos, bares de tapas y bares para tomar algo y observar a la gente.