En una escapada a Gante usted no puede dejar de visitar la imponente fortaleza dentro de la ciudad: el Castillo de los Condes de Flandes. Este destacado monumento ha tenido una convulsa existencia, estrechamente vinculada a la compleja y a menudo agitada historia política y social de la ciudad. Se trata del único castillo medieval con foso que queda en Flandes con un sistema de fortificación prácticamente intacto. Visitarlo le proporcionará una visión completa de la cultura caballeresca del siglo XII. Están abiertos a visitas la portería, la muralla, la torre del homenaje, la residencia condal y los establos. Tome la larga escalera de caracol hasta el último piso del Castillo de los Condes de Flandes y llegará a un particular lugar. Aquí están el Museo Judicial, con una singular colección de instrumentos de coerción y tortura, y el Museo de Armas. El Castillo de los Condes de Flandes acoge también una gran cantidad de actividades culturales, eventos e iniciativas. Muchas parejas gantesas eligen este sitio para decir el “sí quiero”. ¡No olvidemos la época en que el castillo fue ocupado por estudiantes que protestaban en 1949! Explore el castillo durante su viaje a Gante y descubra todo acerca de la "Batalla del Castillo de los Condes". Viaje en el tiempo dentro de esta majestuosa fortaleza. Su historia se remonta a la época de la ocupación romana, cuando ya había un asentamiento en un banco de arena junto al río Lys. Después de un breve período de saqueo de los vikingos, los Condes de Flandes convirtieron las construcciones de madera anteriores en viviendas en la Edad Media, con murallas construidas completamente de piedra y con 24 torres. El imponente edificio con su arquitectura militar era un símbolo del poder de los Condes en la turbulenta ciudad de Gante. ¿Visitar el Castillo de los Condes? ¡Esencial! ¿Quiere entrar en las profundidades de la historia de Gante? Pues el lugar perfecto es el Castillo de los Condes de Flandes. Gante: llena de encanto histórico y vida contemporánea.

Los sollerics vivieron escondidos en un valle tras una masiva cordillera durante siglos. Escalar la sierra era tan difícil que la gente prefería ir en barco a Palma. Y puesto que iban a tomar un barco de todos modos ¿por qué no ir a Francia? Soller se volvió trilingüe: mallorquín, castellano y francés. En 1911 se construyó un túnel atravesando la montaña y los sollerics pudieron por fin tener contacto con su propia isla. El encantador trencito que circula por dicho túnel, sigue en funcionamiento a día de hoy.

Se halla a una distancia de unos 2 km del Casco Antiguo. En su campo de regatas se organizan muchas competiciones deportivas; los Campeonatos del Mundo y de Europa de deportes acuáticos. Alrededor del lago podemos encontrar centros deportivos, senderos y rutas para bicicletas, espacios para practicar el minigolf y la petanca; una pista de esquí artificial, abierta todo el año y el teleferico Alpine Coaster

Una de las abadías más bonitas es la norbertina Abadía del Parque. Es muy placentero correr o pasear por sus espacios abiertos con campos, alamedas, estanques y prados. Este lugar no es solo un pulmón verde, también representa un buen pedazo de historia.