La ciudad imperial de 2000 años de antigüedad de Aquisgrán es una ciudad cosmopolita con un toque histórico. Situada en el corazón del triángulo fronterizo entre Alemania, los Países Bajos y Bélgica, Aquisgrán se encuentra justo en el centro de una región que vale la pena explorar. La ciudad en sí es conocida, entre otras cosas, por ser la capital imperial de Carlos el Grande (que aquí descansó) y por el Aachener Printen, una variedad de pan de jengibre originario de aquí.

Stockton se fundó en 1849, durante la fiebre del oro de California. Aunque Stockton se encuentra a unos 120 kilómetros del mar, es una ciudad portuaria y hasta ella llegan barcos transoceánicos a diario. Los canales que se conectan con el puerto constituyen lo que se conoce como el Delta de California y ofrecen acceso a más de 1600 kilómetros de canales abiertos para la pesca y otras actividades de recreo. Stockton se encuentra en el Valle Central, a unos 90 minutos de San Francisco y a 2,5 horas del Parque Nacional de Yosemite. Stockton está rodeado por un próspero terreno agrícola con numerosas granjas y bodegas que pueden visitarse.

La reputación de Mallorca como un destino solo y exlclusivamente de fiesta y alcohol es un mito. Sin lugar a dudas, es un destino muy popular entre los turistas más jóvenes, los cuales suelen tumbarse al sol y disfrutar de unos deliciosos cócteles antes de una noche de fiesta sin igual. Por eso mismo, reducir esta esta joya balear a solo fiesta y alcohol supone ignorar su larga y rica historia, sus espléndidos paisajes y su encanto irresistible. Lo que la isla ofrece en playas idílicas y fiestas ruidosas, lo supera con cultura, personalidad y vistas impresionantes. Aún así, las playas de Mallorca con sus arenas doradas y aguas cristalinas siguen siendo el mayor atractivo de la isla.

Basilea está llena de contrastes sorprendentes. Ahí están los hitos arquitectónicos contemporáneos, que destacan frente a un casco antiguo perfectamente conservado. O la perfecta simbiosis entre atmósfera cosmopolita y vivas tradiciones. Y, aunque el arte contemporáneo clásico y el arte urbano parezcan mundos aparte, ambos movimientos artísticos tienen una representación destacada en Basilea. Aquí la vida fluye; nos reinventamos continuamente. Cada vez que vengas a Basilea descubrirás algo nuevo.