La mejor forma de conocer Gotemburgo es desde el agua. En la visita guiada a la ciudad se pasa por debajo de muchos puentes, a menudo bajos, entre los que se incluye el famoso puente “cortador de queso” y se llega hasta el puerto. El barco sale de Kungsportsplatsen, justo en el centro de la ciudad, y la visita dura unos 50 minutos. Suba a bordo y deje que Paddam le muestre Gotemburgo.

El primer edificio del museo muestra en tres niveles cómo ha evolucionado la caballería a lo largo de la historia. Aquí también se puede disfrutar de una exposición permanente de armas cortas, pinturas y miniaturas. En el segundo edificio del museo se expone una gran parte de la colección de vehículos históricos de caballería. El Museo de Caballería, aloja también exposiciones temporales sobre diversos temas asociados con la caballería.

Estas visitas turísticas guiadas ofrecen una forma muy cómoda de desplazarse por Gotemburgo en autobús o en barco. Tanto los barcos como los autobuses pasan por los lugares de interés más conocidos de Gotemburgo.

Este Patrimonio Mundial de la UNESCO data del siglo XIII y es un fascinante rincón de puro reposo en medio de la ciudad. Allí encontrará una sucesión de callejones, placitas, jardines y parques, con decenas de casas y conventos de arenisca tradicional. Durante los años álgidos del siglo XVII vivían aquí unas 360 beguinas, mujeres piadosas que no formaban parte de una orden religiosa y que podían tener posesiones personales. Actualmente las señoras han sido reemplazadas por estudiantes, profesores extranjeros invitados y trabajadores de la universidad católica más antigua de Europa. Las pintorescas callecitas son ahora una de las zonas predilectas de los paseantes que quieren sentir el ambiente de tiempos pasados.