Tenerife

El Parque Nacional del Teide, Patrimonio de la Humanidad con más de tres millones de visitantes al año, es el mejor lugar para ver los fenómenos volcánicos de la isla. Se asombrará por los colores y la fuerza salvaje de este paisaje surrealista visto desde el pico más alto de España con 3.718 metros. Es el hogar de muchas especies locales de flora y fauna, como la violeta del Teide o al tajinaste rojo, cuyos colores brillantes están en marcado contraste con las miles de toneladas de ocre que se encuentran a lo largo de este paisaje único.

¿Qué aspecto tendría alguien con 800 años de edad? En Tenerife, al drago milenario de Icod de los Vinos se le calcula esa antigüedad; una oportunidad única de ver y tocar un ser vivo tan increíblemente mayor. Un árbol (en verdad, un arbusto) más que tatarabuelo de dimensiones colosales: 20 metros de perímetro y 16 de altura.

Desde las playas a los barrancos, la lava corre por las venas de todo Tenerife, que es resultado de los procesos volcánicos que la originaron. Para que conozcas y disfrutes al máximo de esta cara de la Isla hemos creado recientemente cinco territorios (Territorio Antiguo, Volcanes Legendarios, los Dos Valles, tierra de contrastes y el rincón de la luz) que reúnen toda la oferta volcánica de la isla, desde visitas a bodegas y restaurantes con platos y menús “volcánicos”, inmersiones de buceo en las que descubrir erupciones submarinas, caminatas para conocer más de cerca cráteres, conos y fumarolas, y mucho más.

Un trozo de Isla situado en su parte noroeste en el que el tiempo se detuvo en la Era Terciaria. Practicar senderismo en los frondosos bosques de Laurisilva de este parque rural es transportarte millones de años atrás y sucumbir a la tentación de imaginar que aquí pudieron habitar alguna vez brujas y duendes.